«¡Fundad “Oratorios” inspirados por Juan María de la Mennais y por Don Bosco!»
Al final de la bendición de la vidriera del Hno. Cipriano – 1er Superior General de la Congregación y sucesor del Padre de La Mennais – en la capilla “des Domaines” de Maure de Bretaña, el pasado 15 de agosto, Mons. Pierre d’ Ornellas – arzobispo de Rennes, Dol y St-Malo- concedió una entrevista especial a « La Mennais Magazine ». Hizo hincapié, por su parte, en Juan María de la Mennais, en los Hermanos y en su misión de hoy. Hizo una llamada también a los Hermanos y a los Laicos de la Familia Menesiana a fundar “Oratorios”. En este comienzo de un nuevo año escolar en muchos países, también dirigió un mensaje a los niños y a los jóvenes, a los educadores y a los profesores. Declaraciones estimulantes que invitan a avanzar más allá.
Juan María de la Mennais. «Dos cosas me llaman la atención en Juan María de la Mennais: su percepción de la pedagogía de Dios y un conocimiento de Dios que no es común. Se adapta para que la pedagogía de Dios sea una luz para la educación. No es un estratega en psicología, sino un heraldo de la pedagogía de Dios que él encarna en la manera de educar los Hermanos. »
Da gusto. «Lo mismo que Dios tiene suficiente ingenio para hacer de los niños hijos de Dios, así los Hermanos y los Laicos comprometidos con ellos viven una confianza a priori frente a los jóvenes. La fe cristiana permite ver con alegría a los jóvenes y sus talentos. Es la confianza en los jóvenes que se manifiesta en un servicio y desinterés por su crecimiento. El educador da sabor a los demás, como el Hermano de la escuela de Maure de Bretaña se lo dio al joven Pierre Chevreau, que después llegó a ser el Hno. Cipriano quien, desde niño, venía para rezar a la Capilla “des Domaines”. »
¡ Hay tanta necesidad de Hermanos hoy día !
«En la actualidad, necesitamos especialmente Hermanos educadores. Esto es tan importante que debe haber hombres que se consagren a Dios para la obra de la educación. Nadie puede vivir sin educación. Cada niño que nace, depende de la educación que recibe. Una mamá que mira a su niño y le da de comer, realiza un acto de amor que educa. Comprenderemos entonces que Dios llame a hombres y mujeres a esta tarea educativa, ya que las situaciones de muchas familias son frágiles. La crisis de vocaciones, y especialmente de vocaciones de Hermanos, es el resultado de una crisis de fe y una crisis de escucha de Dios. Por otra parte, existe una fuerte presión por parte de la educación pública, pero nada puede sustituir la presencia de los que se consagran a Dios para la obra educativa. La consagración a Dios tiene un valor infinito. Son signo también del valor de la educación los hombres y mujeres casados que hacen hoy su trabajo. »
“Oratorios” inspirados por JMLM y Don Bosco.» Reflexionando sobre las necesidades educativas actuales, me permito hacer una sugerencia a los Hermanos y a los Laicos de la Familia Menesiana.
¿Por qué el carisma de Juan María de la Mennais y el del Don Bosco no podrían unirse? ¿Por qué no crear fundaciones fuera de las escuelas propiamente dichas o en contacto con la escuela? Ambos carismas se complementan. Las obras educativas van más allá de la obra escolar. Muchas de las escuelas de enseñanza católica en Bretaña han sido fundadas por los Hermanos, pero el marco de la escuela no basta hoy día para la educación. Por supuesto que las escuelas son necesarias, pero pensemos hoy en la urgencia de los “oratorios”, donde los niños y los jóvenes encuentren otra cosa. Sería una propuesta educativa en la cual pueden unirse la alegría y la fe, así como la aventura deportiva y la actividad solidaria hacia los más pobres, el crecimiento personal y la responsabilidad de los demás, etc. »
¡Dóciles al Espíritu y no a las costumbres! »
Si un Hermano o unos laicos sienten en ellos una llamada a promover un “oratorio”, no creo que esto vaya en contra del espíritu fundacional. ¡ Les invito a que reflexionen sobre esto y sean dóciles al Espíritu Santo y no a las costumbres! Estemos atentos a las novedades que Él hace surgir. »
De camino al colegio. » En este tiempo de vuelta al colegio, pienso en los niños y jóvenes, en los educadores y en los profesores que toman de nuevo el camino del colegio. ¡Un nuevo curso escolar debemos recibirlo como un regalo que Dios nos hace a cada uno para que crezcamos en el camino de la santidad! »
Mensaje a los jóvenes y educadores
A los niños y jóvenes. «Invito a todos los niños y jóvenes a que se entreguen y se dediquen a proyectos que inviten a la entrega de sí mismos y al descubrimiento de la interioridad. Me gustaría decir a cada uno: No te lances sobre las pantallas, ¿Cuál es tu proyecto para los demás? La interioridad quiere decir también entusiasmo en la donación de ti mismo. ¡No te olvides de rezar cada día haciendo la señal de la cruz, es la más bella oración! Procura acompañar con alegría a los que, junto a ti, piden el Bautismo. No dudes en ser testigo de Jesús cerca de tus compañeros. Jesús es el mejor amigo de todos. Él vivió el don de sí mismo para los demás. Esto no pasa «por el sofá, sino por el hecho de ponerse los zapatos » como acaba de decir el Papa Francisco en las JMJ. Jesús te dice: » ¡Que mi alegría esté en ti!» ¿ Hay una alegría mayor que el don de sí mismo ? »
A los educadores y profesores.
«Si eres cristiano, no te olvides de rezar al Espíritu Santo. Es Él quien nos permite discernir lo bello, lo bueno, lo justo, la santidad de un joven y todo lo que hace falta para crecer. Esto nos permite respetar la libertad del joven. Hay que aceptar que un joven sea más inteligente que el educador, incluso si tiene una inteligencia práctica que pudiera decepcionar al educador que podría soñar con una inteligencia sabia. A Simone Weil – la filósofa – le gustaba decir: » En cada ser hay un genio. « El buen educador sabe descubrir este genio. No dudéis en hablar de Dios, los jóvenes tienen sed de testigos, necesitan más que nunca referentes en el campo religioso. Qué bonito es ver a un educador que se atreve a decir: » Yo creo en Dios y en su amor para con cada uno de nosotros. »
Recogido por Michel Tanguy