El tratado de unión

traité-d'union

El 6 de junio de 1819, los sacerdotes Gabriel Deshayes y Juan María de la Mennais firman en Saint Brieuc un » tratado de unión » donde ponen en común sus energías para » proporcionar a los niños del pueblo, especialmente a los de los pueblos bretones, maestros sólidamente piadosos «.

El primero, Gabriel Deshayes, cura párroco de Auray, había formado ya a varios jóvenes para ser maestros rurales, según el método pedagógico de los Hermanos de la Salle. A petición de Juan María de la Mennais, vicario capitular y administrador de la diócesis de Saint Brieuc, le había proporcionado dos maestros para abrir una escuela en Pordic y, a primeros de junio de 1819, acompañaba a otros tres jóvenes destinados a fundar una escuela cristiana en Dinan.

» En el nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Nosotros, Juan María Robert de la Mennais, vicario general de Saint Brieuc, y Gabriel Deshayes, vicario general de la diócesis de Vannes y párroco de Auray, animados por el deseo de procurar a los niños del pueblo, especialmente a los de los pueblos bretones, maestros sólidamente piadosos, hemos resuelto provisionalmente formar en Saint Brieuc y en Auray dos noviciados de jóvenes que seguirán, en cuanto sea posible, la Regla de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y se servirán de su método de enseñanza ; pero, considerando que esta buena obra naciente no podrá acrecentarse y consolidarse más que con el tiempo, y que cada uno de nosotros puede morir antes del momento en que esta buena obra esté bastante avanzada como para sostenerse por sí misma,

Hemos convenido lo siguiente :

  1. Las dos casas de noviciado establecidas, una en Saint Brieuc y la otra en Auray, serán dirigidas así : la primera por el Sr. de la Mennais, y la segunda por el Sr. Deshayes.
  2. Las dos casas tendrán la misma regla, el mismo método de enseñanza, y no formarán más que una.
  3. Cada uno de nosotros tendrá la dirección y el cuidado de todos los Hermanos colocados en su diócesis y de los que estén colocados en otra diócesis.
  4. Cuando lo juzguemos oportuno, elegiremos entre los Hermanos a un superior y a dos asistentes e indicaremos la casa donde deban vivir ; en el caso en que las elecciones no se hayan hecho antes de la muerte de uno de nosotros, o que el otro, por cualquier causa, no pueda estar presente en ellas, las elecciones y las decisiones a tomar para el bien de la sociedad serán llevadas a cabo por uno sólo.
  5. Nos ocuparemos de encontrar, lo antes posible, una casa central para las dos diócesis, que no esté lejos de una carretera general y, si se puede, en el campo.
  6. Cada uno de nosotros tomará las medidas necesarias para que, a su muerte, los recursos que le queden de su establecimiento pasen al superviviente, quien los unirá a los suyos para el mantenimiento de la sociedad.
    Hecho por duplicado en Saint Brieuc, el domingo de la Trinidad, 6 de junio de 1819

 

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Vicario general y párroco de Auray

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Vicario general de Saint Brieuc