CREACIÓN ARTÍSTICA. 40 jóvenes y adultos despiertan talentos en Saint-Renan, Francia en un espectáculo en vivo

«¡No les falta aire! » Bastó con dos días de talleres en teatro, danza, fotografía, humor, cantos, juegos… para que 40 jóvenes y adultos se conviertan en creadores de alegría ante 140 espectadores la noche del sábado, 12 de noviembre, en la sala Amphi de Saint-Renan.

Reunidos en el seno de la asociación Bartimeo compuesta por miembros de grupos de cantores y músicos de diferentes ciudades de Finisterre, compañeros de equipo de Diapasón, Expresión… y Balafeen, el grupo de Saint-Renan vivió dos días intensos de creaciones artísticas, viernes y sábado. Muchos de los participantes son miembros de equipos, colegios y comunidades La Mennais.

Después de los dos años de pandemia, era muy necesario  «encontrarse, despertar los talentos, respirar, escuchar, respirar y revelarse juntos. » De ahí la elección del tema: «¡No les falta aire! ».

«¡Es un espectáculo inflado! – aseguraron Frédéric Canévet-Jézéquel (derecha) y el cantante Patrick Richard.

«Gracias por creéroslo», destacó el Hno. Louis Séité, presidente de Bartimeo, dirigiéndose a los artistas y al público.

«Algunos se lo creyeron, repitieron, aprendieron y trabajaron decía el Hno. Louis Séité, presidente de la asociación. ¡Un espectáculo «inflado! » continuaron Frédéric Canévet-Jézéquel y el cantante Patrick Richard.

«Algunos se lo creyeron, repitieron, aprendieron y trabajaron decía el Hno. Louis Séité, presidente de la asociación. ¡Un espectáculo «inflado! » continuaron Frédéric Canévet-Jézéquel y el cantante Patrick Richard.

Emoción…

Interpelación…

Creación…

Momentos emotivos también en la creación «¡No me juzguéis, nunca me juzguéis! o de «la promesa». ¡Tiempo de humor con Gwen que ofrece su soplador o su secador de pelo!

«¡Les ofrezco mi soplador… », explica Gwen!

El Hno. James Hayes a buen ritmo con un joven guitarrista muy prometedor…

El ayuntamiento, la parroquia y el colegio Notre-Dame de Liesse de Saint-Renan aportaron su apoyo material para la creación de este espectáculo. «Una pausa, un soplo de aire fresco, una buena patada en el trasero para volver a lo básico», explicó un participante en las hojas del árbol de la palabrería.

Por cierto, ¿quién es Bartimeo? Al principio, era un ciego al lado del camino. Tras un encuentro, es curado por Cristo y Bartimeo ve. Y empieza a seguir a Jesús por el camino..