Junta directiva de la Confederación Latino Americana y Caribeña de Religiosos (CLAR) ; De izquierda a derecha : Hnos Carlos Lovatto. Secretaria General: Hna. Daniela Cannavina, HCMR ; Presidenta: Hna. Liliana Franco Echeverri, ODN ; Hno Walter Muñoz ; Vicepresidente: P. José Luís Loyola Abogado, MSpS.
Durante los días 22 al 24 de noviembre del 2024 la Vida Religiosa Latinoamericana y Caribeña se dio cita, en Ciudad de Córdoba Argentina, para celebrar su V Congreso bajo el lema: “Vida Religiosa, centinela de esperanza”. Más mil personas consagradas de diferentes nacionalidades y continentes participaron de modo presencial o virtual. Cuatrocientos lo hicieron de modo presencial entre ellos los Hermanos Menesianos Walter Muñoz y Carlos Lovatto; también la Comunidad de Hermanos Menesianos de Huatusco dijo presente a pleno durante todos los días siguiendo el Congreso en la modalidad a distancia.
“Vida Religiosa, centinela de esperanza”. Bajo la metodología Ver-Discernir-Actuar, distintos expositores, desde diversas perspectivas, fueron brindando luces para descubrir las interpelaciones que nos llegan desde las realidades sociales y eclesiales. Con la metodología de paneles se abordaron las esperanzas y desesperanzas que anidan en corazón de la humanidad y también de la Vida Religiosa.
En lo personal, la experiencia de participar del Congreso, sígnica una riqueza inmensa. He disfrutado de una Vida Religiosa viva, capaz de mirarse a sí misma y ponerle nombre a las desesperanzas que la habitan, como lo son la significativa reducción y la falta de ingreso de nuevos miembros en nuestras Congregaciones; la crisis de relaciones que experimentamos al interior de nuestras fraternidades y nos marginan al activismo individualista, al silencio estéril o a prácticas “sacrificiales”, dándolo todo hasta lo último, pero que no es un modo sano de vivir la misión.
En este contexto de una Vida Religiosa herida, se abren paso los signos de esperanza, como lo es una Vida Religiosa sinodal con capacidad de escucha, abierta a las necesidades de la humanidad y en permanente discernimiento para orientar sus energías a la creación de estructuras de corresponsabilidad en la misión, donde cada uno de sus miembros es escuchado, respetado y valorado. Este es el fuego del Espíritu que siento arder en nuestra Vida Religiosa Latinoamérica y Caribeña.
Hnos Carlos Lovatto y Walter Muñoz
Una Vida Religiosa, que es cada vez más “centinela de la esperanza”.
Testimonio del Hno Carlos Lovatto, Visitador del Distrito Divina Providencia.