Las Hijas de la Providencia de Saint-Brieuc
Fundada en 1818 por Juan María de la Mennais, la Congregación está hoy presente en Francia, en Canadá Occidental y en Canadá Oriental, en Inglaterra y en Uganda.
Como miembros de un Instituto de vida religiosa apostólica, las Hermanas viven juntas por la causa de Jesucristo y su Evangelio; su misión es dar a conocer a Jesucristo y colaborar en la educación de la persona en todas sus dimensiones: humana y espiritual. Así es como permanecen fieles al fundador que decía a las primeras religiosas que acogían a las jóvenes que vagabundeaban por las calles: » Hágan de ellas mujeres y cristianas «.
Historia
La fundación
Era en 1818, en Saint-Brieuc, en el Norte de la Bretaña. Allí, como en cualquier otra parte de Francia, la Revolución había dejado ruinas y miseria. Una multitud de pobres chicas no recibía ninguna instrucción; erraban por las calles de la ciudad. Juan María de la Mennais, entonces Vicario capitular en Saint-Brieuc, apóstol con celo de fuego, quería sacarlas de su ignorancia. El Señor hizo que se encontrara con unas chicas jóvenes de la ciudad, animadas como él por el deseo de hacer algo por aliviar estas miserias. Marie-Anne Cartel, Fanny Chapelain, Marie Conan y Esther Beauchemin serán el núcleo de la futura Congregación de la Providencia. Ellas comenzaron a reunir a niñas pobres a las cuales les enseñaban, al mismo tiempo que la instrucción cristiana, la lectura, la escritura, el cálculo y los trabajos manuales.
También les daban de comer, porque la pequeña tropa llegaba a menudo con el estómago vacío y » es una mala disposición para aprender » decía Juan María de la Mennais. Estas chicas jóvenes pensaban desde hacía tiempo en la vida religiosa, pero sus obligaciones familiares les impedían realizar su deseo de vida en común. En la noche de Navidad del año 1818, ellas mismas se reunieron en la capilla de Nuestra Señora del Refugio y pronunciaron en común un acto de consagración de ellas mismas a Dios:
» En presencia de la Santísima Trinidad, de nuestra buena Madre, de San Ignacio nuestro Santo Patrono y de nuestros santos ángeles, prometemos, con la ayuda de la gracia, sin la cual reconocemos que no podemos hacer ningún bien, prometemos que, en adelante, no queremos ya pensar, ni decir nada que no sea para la mayor gloria de Dios; rechazamos desde ahora y para siempre cualquier intención de amor propio; deseamos servir a Dios con todo nuestro corazón. Dios solo en nuestro Espíritu, Dios solo en nuestro corazón, Dios solo en todas nuestras acciones desde ahora y para siempre. A la mayor gloria de Dios. »
El 25 de marzo de 1821, recibieron sus Constituciones de la mano del fundador y el mismo día pronunciaron sus votos. Desde 1820, como las niñas acogidas ya eran muchas, Juan María de la Mennais adquirió para ellas una parte del corral del convento de las Ursulinas. Esta casa que todavía lleva el nombre de » la Providencia » está situada actualmente en la calle de los Lycéens Martyrs.
Desarrollo
Inicialmente, el fin único de la nueva Sociedad era la educación de las niñas. Pero, muy pronto, el Fundador entendió que no se podían » excluir otras buenas obras que el celo puede sugerir, según los tiempos y lugares «. Sucesivamente se abrieron escuelas e internados en las ciudades y pueblos de las “Côtes d’Armor”y de “Ille-et-Vilaine”. Desde 1856, en Combourg, comenzó el cuidado a domicilio de los pobres y de las personas ancianas, luego en el Hospicio. En 1864, se fundó el internado Notre-Dame en Saint-Malo y en 1918, se abrió el primer curso secundario de la región. En septiembre de 1873, cuatro Hermanas de la Providencia sucedieron a las Hijas de María que dirigían la escuela parroquial, y en 1874 se abrían un externado y un internado.
Recibieron otras llamadas de países extranjeros: en 1897, seis religiosas de la Providencia salían de Saint-Brieuc para fundar una nueva comunidad en el lejano Canadá, en la provincia de Saskatchewan, a petición de un sacerdote francés que deseaba una escuela para su parroquia. Fueron los principios de varias implantaciones en Canadá, tanto en el campo como en las ciudades y las reservas indias. En agosto de 1903, ante las amenazas para el futuro de la enseñanza católica en Francia, un grupo de religiosas se estableció en el norte de Londres.
Las Hermanas de la Providencia descubrieron un nuevo campo de misión en Francia, pero esta vez fuera de Bretaña. Fue en 1935, en Ivry a las afueras de París donde ellas entablaron amistad con Magdalena Delbrel y su equipo, así se expresaba Magdalena en su libro “Misioneras sin barco”:
» Conozco en uno de los municipios más ateos de Francia una escuela libre. La dirigen unas Hermanas. Estas hermanas no llevan hábito religioso … Dan muy bien la clase. Pero en la puerta de la escuela, en una cocina grande, una de ellas pela, lava, cuece, recibiendo a todo el barrio que desfila para contar sus miserias, sus aburrimientos y sus alegrías. La escuela es sólo la puerta de entrada a una caridad sin límites, conquistadora como el fuego… »
Siguieron varias implantaciones en la región de París.
Después llegaron llamadas hacia otras tierras : A España y Bolivia (1968), África: a Costa de Marfil (1981), a Burundi (1991), a Uganda (2006).
Con laicos y amigos menesianos
Desde 1981 los laicos caminan con las Hermanas para compartir su misión y vivir de su espiritualidad. En Francia, se reúnen bajo el vocablo: ‘ Fraternidad Providencia Menesiana ‘.
En la actualidad.
Las Hermanas y los Laicos están presentes en Francia, Canadá, Inglaterra y Uganda.
Hemos definido de nuevo nuestra » Visión Misión «, en estos términos:
» Estamos reunidas a causa de Jesucristo y del Evangelio. A ejemplo de Juan María de la Mennais, queremos vivir la disponibilidad al Espíritu, la atención a los acontecimientos, en una actitud de fe, de confianza en la Providencia y de sencillez. Animadas por un amor profundo a la Iglesia, intentamos juntas dar a conocer y amar a Jesucristo. Nuestra presencia en el mundo quiere ser hoy servicio, compartir y contemplación. Con audacia, colaboramos en todo lo que se refiere a la persona, libre, responsable y creativa «.