Una sesión en Ploërmel debía tener lugar durante un mes para 22 jóvenes Hermanos que han pronunciado recientemente sus votos perpetuos en la Congregación, o que lo harán en los próximos meses. Pero la situación sanitaria ha cambiado.
De Asia, África Occidental, África Central, África Oriental o Haití, esta sesión virtual fue ante todo una oportunidad de encontrarse de nuevo para aquellos que habían vivido juntos una parte de su formación inicial, pero fue también la ocasión de conocer a nuevos rostros de hermanos jóvenes, que se dedican a la misión de educación entre los niños y los jóvenes en los diversos rincones de nuestro mundo.
El equipo de acompañamiento y formación estaba también disperso, ya que el Hermano Joseph Bellanger y el Hermano Hervé Asse estaban en Roma, y el Hermano Vincent Ssekate estaba en Tanzania. Una sesión en línea siempre sufre las vicisitudes de Internet: dificultad de conexiones, corte de corriente, flujo insuficiente, etc. Pero en general, durante la semana, la sesión se desarrolló bien.
Todos los días del 26 de julio al 1 de agosto, los Hermanos se reunían a las 12:00 (hora de Roma!) – ¡ o sea las 6:00 de la mañana para Haití y las 18:00 en Indonesia! El primer día, permitió tomar un tiempo de conocimiento o reconocimiento mutuo, y lanzar un primer tema de reflexión. Luego, en los días siguientes, los jóvenes Hermanos tomaban un tiempo en grupo para profundizar en el tema desarrollado el día anterior. Después venía un tiempo de compartir de los 4 grupos. Otro tema de reflexión era entonces abordado por uno de los acompañantes de la sesión.
‘Consagración y Trinidad’ – ‘Fraternidad y Unidad de vida’ – ‘los votos’ – ‘Misión y Familia menesiana – ‘Formación permanente’ – fueron sucesivamente abordados durante la semana. El último día, el Hno Hervé Zamor, Superior General, se unió a nosotros desde Haití. ¡Animó a los Hermanos a proseguir en el camino de su compromiso, a mantenerse firmes a pesar de los vientos contrarios! “En el camino del compromiso puede haber momentos de aridez, sequía y desaliento. Si esto nos sucede, no seremos ni los primeros ni los últimos. Para continuar fielmente nuestro camino en el seguimiento de Cristo, estamos invitados a: Recomenzar siempre desde Cristo a ejemplo de la Samaritana; y dejarnos alcanzar y acompañar por Jesús a ejemplo de los discípulos de Emaús. »