6 de noviembre de 2020. Rennes, en la comunidad Providence de la calle Lorgeril, el teléfono suena sin parar en este día de fiesta. Y las entregas de flores se suceden. El televisor de la comunidad está encendido: las Hermanas Jean, Marie-Hélène y Maryvonne esperan el veredicto de las urnas en Estados Unidos. Signo particular de esta comunidad: ¡Dos centenarias permanecen en ella sobre tres miembros! La Hna. Marie Hélène LE HIR cumplió sus 100 años el pasado día 9 de abril.
En el centro de este confinamiento, la Hna Jean HENON, la centenaria del día, se entrega a sus confidencias. A cada una de las preguntas, cierra los ojos, se concentra y nos ilumina con una amplia sonrisa, donde se siente a la vez la ligereza de un niño, la fuerza de una visión, incluso una estrategia, una presencia femenina afirmada y una buena dosis de realismo y de energía positiva. Al final, palabras de sabiduría compartidas para la actualidad. Relato de una conversación directa, efectiva y espontánea.
¿La vida religiosa tiene futuro?
Dedicar su vida a Dios es una apuesta y me digo que ha marcado toda mi vida, desde mi infancia. Tenía este deseo. Por supuesto, durante un tiempo se desvaneció, pero pronto recuperé ese deseo. La imagen que tenía entonces era: «¡Quiero convertir a los pequeños chinos!», y lo entendía también con la cruzada eucarística. Mi ambiente familiar también ha sido muy portador, sin intolerancia, pero con sentido del deber. Una anécdota: cuando las Hermanas me enviaron a Canadá, hija única de la familia, podría haber entristecido a mis padres. Mi padre me dijo entonces: «Te piden que lo hagas, así que tienes que hacerlo».
Creo que la vida religiosa tiene futuro, de otra manera. La vida religiosa es un signo, creo que marca a la gente. Una sobrina me decía: «Estoy impresionada: has dado tu vida a Dios, hay alegrías de las que te has privado y yo le respondí también: ¡He tenido otras que no has tenido tú! La alegría de dar, de transmitir a los jóvenes lo que somos, da un sentido a la vida. Otro de mis seres queridos me decía a menudo: ¿Hermana Juan? ¡Ella ha tenido el mayor número de hijos en toda la familia! ».
Una vida religiosa de otra manera, porque es un signo particular de la comunidad cristiana, es dar testimonio en una vida entregada a Cristo, completamente. Hay diferentes maneras de darse a Dios y es una marca particular. La Iglesia está compuesta por estos diferentes rostros. Creo que esto puede seguir interesando a los jóvenes en el futuro, especialmente en el campo educativo. ¡Hay mucho que hacer!
Mi vida estuvo marcada por un espíritu, el del abandono en la Providencia. Fue el abandono a Dios en todas las fases de mi vida. Y el otro aspecto es que me gusta la vida comunitaria, el contacto permanente con los demás. ¡Te moldea y te «doma», porque no es fácil!
¿Qué le gustaría decir sobre la educación de las niñas?
Las mujeres transmiten muchas cosas, el padre también, pero a través de la madre pasan muchas cosas. Si la madre no tiene sus principios básicos, falta algo en la educación de los niños. Esto requiere, pues, mucho cuidado.
¿Cuáles son sus secretos de longevidad?
Nuestra herencia genética sin duda juega un papel, la hermana de mi madre murió a los 105 años. También era Hermana de la Providencia y estuvo al servicio de la lavandería de la escuela del Viejo Curso en Rennes, ¡durante 50 años!
Otro aspecto es la forma de abordar la vida. Muchas veces le dije a mi madre: No son las cosas las que te afectan, es la forma en que las tomas. Cada uno hace su vida y lo que es depende de cómo lo aceptamos. Juan María de la Mennais solía decir: «Haced todo lo que esté en vuestro poder y confiad en Dios».
Siempre me he distanciado de las cosas y de las decisiones y no me siento culpable del pasado. Me digo a mí misma que si tomé una u otra decisión en ese momento, fue la decisión correcta porque no estábamos haciendo nada, así que no me arrepiento.
¿Qué les dices a los jóvenes que pueden estar preocupados?
Los entiendo, la atmósfera no es alegre. Nos quejamos y gemimos mucho. Quiero decir, lo que tienes es bueno para ti, pero si no lo tienes, ¿por qué no ser feliz de todos modos? La felicidad está en una misma y no en las cosas exteriores.
Es en uno mismo y no en las cosas, como decía san Agustín: «¡Sondea tu corazón! » Apelo a los recursos que puedo tener dentro de mí y no a lo que no tengo y como decía también mi madre: «Si quieres ser feliz, nunca te compares con los demás».
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100 AÑOS DE PROVIDENCIA. Feliz cumpleaños a la Hna Jean – Simone HENON, antigua Superiora general de las Hermanas de la Providencia de St-Brieuc.
La Hermana Jean, nacida como Simone HENON el 6 de noviembre de 1920 en Planguenoual (Francia- Côtes d’Armor – 22). Fue educada en la Providencia de Saint-Brieuc, donde obtuvo su diploma de Estado en 1938 y su Bachillerato en 1941. En febrero de 1942 entró en el noviciado de la Congregación en las Hermanas de la Providencia, fundada por Juan María de la Mennais y les prmieras Hermanas : Marie-Anne Cartel, Marie Conan y Fanny Chaplain. Hizo sus primeros votos en 1943.
Después fue enviada a los colegios como profesora y ejerció a lo largo de los años diversos cargos de responsabilidad :
1943- 1945 en la escuela Ste Anne de St Brieuc, en 1945 en la escuela de Guingamp.
En 1953 en el Vieux Cours de Rennes.
En 1956 en la Escuela de la Providencia de Saint- Brieuc.
Del 1958-60 en la escuela Notre Dame de Lourdes, Canadá.
En 1960-61, de nuevo en el Vieux Cours en Rennes y luego en St Malo y Combourg.
En 1964 fue elegida Consejera general y en 1970 fue Superiora provincial.
Se fue a Combourg en 1977 donde fue l’administradora de la clínica St José, dirigida por las hermanas.
En 1985 fue elegida Superiora General y desempeñó dos mandatos, de 1985 a 1995.
En 1996 volvió a Comburgo como superiora de la comunidad.
Desde 1998 está en Rennes en la comunidad Providence de la rue de Lorgeril.
Las Hermanas de la Providencia, sus hermanas, subrayan con alegría cómo la Hna.Juan asumió todos sus diversos cargos «con profundo espíritu de fe y confianza en la Providencia, mujer de gran apertura de espíritu , de sencillez fraterna y de muchas otras cualidades que apreciamos mucho. »
Saludamos también especialmente a la comunidad Providencia de Rennes, que comprende a dos centenarias: la Hna. Marie-Hélène LE HIR y ahora la Hna. Jean HENON, acompañadas por la Hna. Maryvonne NIVOIS – Hna. Jacques.
El Padre de la Mennais a las Hermanas: «Haced de ellas mujeres y cristianas»
La Hna. Jean ha prefaciado el documento «Providencia: Nuestra escuela – Una familia – Su historia» presentando la culminación de los trabajos de reestructuración de la Escuela La Providencia en Saint-Brieuc, en 2014. Aquí tenéis lo que ella escribe :
“Niños, jóvenes y adultos que cada día van a la Escuela de la Providencia, ¿sabéis que formáis parte de una larga historia iniciada en este lugar en 1820 por las Hermanas de la Providencia, congregación religiosa fundada en 1818 por el Padre Juan María de la Mennais?
Efectivamente, en octubre de 1820 las primeras hermanas reúnen aquí a varios centenares de niñas de Saint-Brieuc para enseñarles la lectura, la escritura, el cálculo, los trabajos manuales y, sobre todo, darles a conocer a Jesús y su mensaje de amor. Para alegría de todos, la capilla fue terminada e inaugurada en 1854.
A lo largo de los años transcurridos, hubo que hacer frente a menudo a las dificultades de los comienzos y adaptarse a las circunstancias de la vida: leyes de separación de la Iglesia y el Estado en 1905, disolución de las congregaciones en 1913-1914, acogida y cuidado de los soldados heridos en una parte de los locales de La Providencia durante las dos guerras de 1870 y 1914-1918, y finalmente en junio de 1940, ocupación de gran parte de la escuela por el ejército alemán.
A pesar de todo, a lo largo de los años, la Providencia se desarrolló y se convirtió en una escuela secundaria que recibe alumnos desde las clases infantiles hasta las clases finales. En 1957, una reorganización de las escuelas del centro de la ciudad reagrupa aquí las clases primarias y el bachiller elemental. Desde entonces se han producido otros cambios en el mapa escolar. La Providencia y la Escuela San Carlos se fusionaron para formar una sola y gran entidad: el primer y segundo ciclo están en San Carlos y las clases primarias en la Providencia.
La obra iniciada en 1818 pudo cavar su surco a pesar de los vientos y mareas, gracias a mujeres que no dudaron en consagrar su vida a Dios y comprometerse en una misión de educación de los jóvenes.
Desde el principio, la orientación había sido dada claramente por Juan María de la Mennais: «Haced de ellas mujeres y cristianas». ¿No coincide este mensaje con lo que dijo el Papa Francisco el 27 de septiembre de 2013?: “¡Es hermoso educar en la fe! Ayudar a los niños, jóvenes y adultos a conocer y amar cada vez más al Señor es una de las aventuras más hermosas; así se construye la Iglesia”. Esta aventura la han vivido cientos de mujeres que han entregado su vida, y en este don de sí mismas a Dios han encontrado la alegría y la felicidad.
Hoy la antorcha ha pasado a unos educadores felices de proseguir la obra iniciada por las Hermanas de la Providencia.
¡Veis, queridos jóvenes y adultos, que hundís vuestras raíces en una historia hermosa y agitada! Ahora continuáis esta larga cadena de generaciones sucesivas, seguras de la presencia de Dios en el camino de la vida.
¡Así pues, «buen viento» en la barca de la Providencia! »
La Hna. Simone Hénon, antigua alumna, Hermana de la Providencia. Antigua Superiora general.
A los niños. «Sed felices en la escuela… PROVIDENCIA»
Guiño a la historia, el Colegio La Providencia cumple 200 años en este mes de octubre de 2020. El 11 de octubre de 1820, las Hermanas se instalaron en el recinto de la Providencia.
Elk último 11 de octubre, la Hna Jean envió un mensaje a Stéphane GUINARD, director de la escuela La Providence en Saint-Brieuc. Aquí está un extracto :
«Hoy a 11 de octubre 2020, Vd y todos que colaboran con Vd deben de proseguir la obra iniciada hace 200 años. Muchas veces durante encuentros en La Providence, he notado que la escuela estaba en «buenas manos». Me da mucha alegría.
“En mi nombre y como antigua alumna y antigua responsable de la congregación, le agradezco proseguir escribiendo la historia de esta casa. La benevolencia de Dios-Providencia es constante y le acompaña. ¡Entonces no tenga miedo!
A los niños. « Sed felices en la escuela… PROVIDENCIA »
En la inauguración oficial del fin de las obras de la escuela La Providencia el 21 de abril de 2018, la Hna. Jean se expresó así :
“En mi nombre y en el de todas las Hermanas, expreso mi alegría de ver subsistir una escuela… PROVIDENCIA, testigo de una historia comenzada hace 200 años.
¿Os dais cuenta qué suerte tenéis de ir a la escuela? Muchos niños de todo el mundo están privados de ella, aunque tienen sed de aprender como vosotros. ¡Pensad en ellos!
Sed felices en vuestra escuela, confiada a vuestros profesores, llenos de atención hacia vosotros.
¡A esta escuela le deseo una larga vida!
Que encuentre siempre su dinamismo en el espíritu de JM de la Mennais, que solo ha encontrado en Dios su confianza, en un Padre lleno de amor, siempre presente y que quiere nuestra felicidad.»
«¿Juan María de la Mennais? Para mí es un modelo y un maestro espiritual»
En una llamada a dar testimonio sobre Juan María de la Mennais, la Hna. Jean decía lo siguiente:
Para usted, ¿quién es Juan María de La Mennais?
“Es un hombre de fe profunda, un sacerdote lleno de celo, atento a las necesidades de la Iglesia y de la sociedad de su tiempo. No ha retrocedido ante ningún obstáculo para realizar la obra de Dios.”
¿Qué me importa de su vida?
“Lo que más me afecta de su vida es esto:
Cuando discernía y veía la necesidad de hacer algo, iba hasta el final, sin escatimar esfuerzos. Entre muchos otros posibles, destaco un hecho muy revelador : convencido de que la formación de los sacerdotes era indispensable para restaurar el tejido cristiano después de la Revolución, no dudó en ir al campo a caballo a Tréguier, ocultando incluso su identidad, para comprar los edificios del seminario.”
¿Por qué J.M. de la Mennais es importante para mí?
“Él es a la vez modelo y maestro espiritual:
Un modelo, porque está animado por convicciones profundas que lo hacen actuar.
Un maestro espiritual, porque su vida está totalmente centrada en “Dios solo”, un Dios Padre, siempre presente en sus hijos y en el que puede abandonarse con toda confianza.”
Gracias a la Hna. Maryvonne Nivois y a la Hna Madeleine Roulin por sus precisiones.
Si queréis mandar un mensaje a la Hna Jean : nivoit.maryvonne@orange.fr