“Nuestra vocación de hombre es parecernos a Cristo”.
Discernir: ¿Qué decisión tomaremos? ¿Qué puertas abrir?
Durante dos días: este sábado y este domingo, el P. Paul Rolphy PINTO, Jesuita nacido en la India, profesor de la Universidad Gregoriana, animará el Retiro sobre el tema del discernimiento.
Los puntos de partido serán tres:
- a) ¿Qué nos llama el Señor a ser?
- b) Lo que nos manda hacer el Señor.
- c) ¿Cuáles son nuestras prioridades apostólicas?
Distinguiremos tres tiempos diferentes:
1.- La llamada del señor es clara.
2.- El discernimiento pasa por la desolación o por la consolación.
3.- No ocurren cosas grandes: es un tiempo de paz para el alma.
El predicador ha distinguido los niveles personales, los comunitarios y los apostólicos.
Ha presentado también varios aspectos del discernimiento en común, tras las huellas de S. Ignacio y a partir de los trabajos del P. Arturo SOSA, superior General de los Jesuitas:
:
+ No está todo discernido. Se trata de elegir lo mejor que aun queda pendiente.
+ Cualquier colaborador exterior puede tomar parte en el discernimiento, pero hay que saber por qué motivo.
+ Tomar en consideración nuestra libertad interior.
+ La unidad del espíritu y del corazón.
+ Se trata de conocer bien lo que se debe discernir y saber hacerlo.
+ Ponerse juntos a rezar.
+ Practicar la conversación espiritual.
+ Hacer un examen a partir de nuestras emociones y nuestros movimientos interiores.
+ Concretar la forma de tomar una decisión final.
¿Como sentir la voluntad de Dios en mí? Si es ésa su voluntad, me va a dar fuerza y gracias para llevarlo a cabo.
Discernir nos va a ayudar a elegir, pero son dos cosas diferentes.
El Retiro se hace en silencio. Con tiempos para la docencia y tiempos personales, al ritmo de la liturgia del día y de la Horas.
Este domingo, el día ha estado marcado por el comienzo de “la conversación espiritual” a partir del Informe del Superior general.
Esto se ha traducido en 4 tiempos en las 5 Comisiones que reúnen a Laicos y Hermanos:
+ une oración personal.
+ poner en común los frutos de la oración personal.
+ además, compartir en grupo «el movimiento espiritual» suscitado por lo que los demás han puesto en común durante el tiempo anterior.
+ debate y discusión final.