10 Hermanos jóvenes felices por su sesión en Ploërmel

Desde hace un mes diez Hermanos jóvenes de la Congregación, han estado preparándose para su profesión perpetua, viviendo una sesión de formación en la Casa Madre de Ploërmel.¡ Lamentamos la ausencia de nuestros 6 Hermanos de Uganda que no pudieron obtener su visado! Pero incluso desde lejos, estuvieron presentes en el corazón de nuestros momentos de oración.

Ha sido realmente un tiempo fuerte de alegría y de vida fraterna para todos: Hermanos jóvenes, formadores, Hermanos y personal de la Casa Madre. A continuación podéis leer algunos testimonios de estos Hermanos jóvenes :

Visita a Amélia, Saint-Servan.

 «Animado por el amor como nos amamos entre Hermanos, qué bueno es, qué dulce es habitar en un mismo lugar». Con estos extractos del himno de la Congregación quiero expresar mi alegría por el tiempo de la sesión que he pasado en Ploërmel. He pasado un mes de aprendizajes, un mes de descubrimientos, un mes de florecimiento, un mes de alegría de ser Hermano. Hemos formado una comunidad llena de amor, una comunidad donde era difícil reconocer quienes eran congoleños, franceses, togoleses, haitianos, benineses, senegaleses, ugandeses, pero una comunidad formada por Hermanos que se aman…» (Hermano Clément Abeli-RDC)

Al final de la misa en Beignon

«Quiero dar gracias al Señor por haber guiado a los formadores a compartir con nosotros su saber ser y su saber hacer. Durante esta sesión he podido tocar con los dedos los diferentes lugares que vivieron nuestros Fundadores y nuestros Hermanos pioneros, y esto me ha impulsado a darme más al Señor para darlo a conocer mejor a los pequeños y a los jóvenes que me han sido confiados… Ha sido un momento inolvidable, lleno de alegría y amor en compañía de los Hermanos.» (Hermano Maxito, Haití)

En casa de las agustinas, en Malestroit.

«Esta sesión representa para mí el humus que contribuirá a mi crecimiento. Los recuerdos se guardan en mi corazón como un tesoro que nadie puede arrebatar, ni destruir. Porque el Señor me recuerda que él es el centinela que vela por mí. Solo doy gracias a Dios por haberme permitido movilizar todos mis sentidos para vivir este tiempo de renovación espiritual, siguiendo las huellas de nuestros Padres Fundadores. Las palabras de estos últimos y sus acciones me empujan a ser constructor de paz y de amor en mis acciones apostólicas, confiando plenamente en el Señor, que nunca abandona a sus enviados.» (Hermano Marc-Daniel, Haití)

«Esta sesión ha tenido para mí una importancia incomparable: gracias a ella he podido releer mi historia vocacional y también mis años de misión. Ha sido también un tiempo de recuerdo y de ánimo a través del intercambio de diferentes experiencias vividas, cada uno en su comunidad y misión. Los acompañamientos han tenido una importancia capital en cuanto a la profundización de los temas desarrollados. Al final de esta sesión no puedo menos que expresar mi satisfacción y mi sentimiento de gratitud al equipo organizador.» (Hermano Benjamín)

Visita a la comunidad de Saint-Brieuc

«La sesión que acabo de vivir en Ploërmel ha sido extraordinaria hasta el punto de que no puedo más que dar gracias a Dios por esta oportunidad que me ha sido ofrecida. Muchos eventos han adornado esta sesión, es decir, la renovación espiritual (la oración) en un marco propicio de vida fraterna (compartir), de intercambios de experiencias vividas en nuestros diferentes Distritos y Provincias. He tocado también con los dedos lo que han vivido y hecho los Venerables Juan María de la Mennais y Gabriel Deshayes, fundadores de nuestra Congregación. He seguido sus pasos. Al final de esta sesión, me comprometo a ser un hombre de paz en comunidad, a trabajar con pasión en la misión que se me ha confiado para el crecimiento del Instituto. Este descubrimiento me anima a subirme a la barca para la misión como los primeros Hermanos. Por último, doy las gracias al Superior General y a su Consejo, a los Superiores Mayores y a los Formadores que han hecho posible esta sesion internacional en la Casa Madre de Ploërmel”. (Hno Daniel, Togo)

En la Chesnaie

Visita a nuestros Hermanos mayores en San Martín de Josselin

«¿Nuevo Pentecostés? ¿Lluvia de gracias y bendiciones? Tierra sembrada de sed de Dios». Estas serían algunas palabras para intentar decir torpemente lo que ha sido para mí esta sesión de preparación a los votos perpetuos en Ploërmel. Ha sido mucho más; ha sido un tiempo de intensa experiencia espiritual, de escucha, de acompañamiento, de revisión personal, de compartir, de descubrimientos y de comunión fraterna. Vuelvo, más que nunca, equipado, pero sobre todo fortalecido en mi vocación de Hermano, animado por la fidelidad de los mayores, sintiéndome hoy más que ayer heredero del Padre de la Mennais y con la gracia del Espíritu, ser un apóstol de esperanza y de fraternidad allí donde me envíe el Señor.» (Hermano Quenneth, Benín)

«Esta sesión en Ploërmel ha sido muy rica en enseñanzas y testimonios. Para mí ha sido un gran momento de intercambios, de compartir, de alegría y sobre todo de apertura de unos con otros, en los diversos aspectos de nuestra identidad de Hermanos religiosos. La implicación de unos y otros en todas las actividades ha sido notable. También, un buen clima ha reinado entre nosotros en la alegría y acción de gracias. Ha sido un momento de renovación espiritual y alegría. Dos convicciones me animan: Que tengamos los ojos siempre fijos en Jesús, y que nuestra vocación no se hunda porque Él está siempre ahí, en el interior; atrevámonos a vivir la fraternidad en la alegría. (Hermano Gastón, Togo)

La sesión ha sido un momento muy fuerte de renovación, comunión, reflexión y convivencia. Me ha permitido profundizar aún más mi vocación de Hermano a la luz del Evangelio y de los Fundadores que desde el principio han deseado tener Hermanos plenamente desarrollados, entregados, piadosos, Hermanos totalmente consagrados a la causa de los niños y jóvenes, especialmente de los más pobres. Salgo con un fuerte sentimiento de orgullo por pertenecer a esta hermosa obra, pero sobre todo lleno de energía y confianza para una misión fecunda y satisfactoria.» (Hermano Étienne, Senegal)

Reencuentro con el Hno. Louis Kervadec, su antiguo formador en Abiyán.

«Esta sesión en Ploërmel ha sido muy rica en enseñanzas y testimonios. Para mí ha sido un gran momento de intercambios, de compartir, de alegría y sobre todo de apertura de unos con otros, en los diversos aspectos de nuestra identidad de Hermanos religiosos. La implicación de unos y otros en todas las actividades ha sido notable. También, un buen clima ha reinado entre nosotros en la alegría y acción de gracias. Ha sido un momento de renovación espiritual y alegría. Dos convicciones me animan: Que tengamos los ojos siempre fijos en Jesús, y que nuestra vocación no se hunda porque Él está siempre ahí, en el interior; atrevámonos a vivir la fraternidad en la alegría. (Hermano Gastón, Togo)

«¿No está ardiendo en mí mi corazón, siguiendo las huellas de los Fundadores, que me abre al horizonte votos perpetuos? ». ¡Ciertamente! Esta sesión ha sido para mí la noble ocasión de vivir la experiencia – incluso sentir el estremecimiento – de los discípulos de Emaús en presencia del Maestro. Esta vuelta a la Fuente refuerza mis convicciones en el Ideal de JMM y de GD, y ilumina las zonas de sombra de mi vida de consagrado para continuar diciendo SÍ al Señor. Confieso que no solo he estado en presencia de peregrinos sesionistas y formadores, sino que he conocido al misterioso ser de nuestros fundadores. Convencido de su interpelación: «mi Hijo completa mi obra», vuelvo a tierra haitiana con el corazón ardiente de amor a Dios al servicio de los niños y de los jóvenes.

Durante el entierro del Hno Jean-Pierre Le Rest, los Hermanos de Haití cantaron en creole una bonita canción a María ante su tumba en el cementerio.